17 de Marzo del 2014
En el mundo, cerca de 1.100 millones de personas son fumadores, suman más de 15 billones de colillas de cigarrillos al año, las cuales, comúnmente, no terminan en las canecas para basura.
En el mundo, cerca de 1.100 millones de personas son fumadores, suman más de 15 billones de colillas de cigarrillos al año, las cuales, comúnmente, no terminan en las canecas para basura.
A pesar de las innumerables campañas que promueven un
manejo de basuras adecuado y resaltan la importancia de depositar los residuos en contenedores, es habitual que las colillas de cigarros sean arrojadas en cualquier parte; basta con ver alrededor para darse cuenta de esto.
Y si la costumbre de arrojar las colillas a la calle es habitual, lo es aún más la de tirarlas en el baño. Esta práctica es una de las más perjudiciales, ya que una colilla contamina un litro de agua, lo cual afecta a la fauna y flora que se nutre a partir de ella.
Un hábito peligroso
La cuestión es que tirar las colillas fuera de las
canecas de basura, además de contaminar el agua y el medioambiente, puede generar consecuencias negativas en la salud, ya que estos residuos contienen varios elementos tóxicos.
Para no ir más lejos, las colillas de cigarrillo están compuestas de acetato de celulosa, un material no biodegradable que, por lo tanto, puede tardar desde 18 meses, hasta diez años en descomponerse.
Las alternativas
Afortunadamente, existen distintas maneras de reciclar colillas, las cuales están ganando popularidad y las cuales representan una forma contundente de minimizar el impacto de la presencia de estos residuos fuera de las
canecas industriales.
Dentro de las soluciones más innovadoras y atractivas se encuentran las creadas por algunos artistas, quienes utilizan las colillas para realizar sus obras, y de paso enviar un mensaje de concientización.
En materia más sustentable, se han creado soluciones químicas que disuelven los filtros de los cigarrillos, permitiendo obtener un material parecido al plástico que es útil para proteger del oxido, para recambios automovilísticos y que se puede reutilizar para fabricar todo tipo de productos que son comercializados (sillas, por ejemplo).
Y para recolectar las colillas que, si bien no soluciona el problema, pero sí lo minimiza, se han diseñado ceniceros gigantes, los cuales se utilizan como
canecas de reciclaje para que los transeúntes tiren los filtros allí.
Sin embargo y a pesar de que son varias las opciones, lo más sano es depositar las colillas en canecas para reciclar y no en la calle. Recuerde que puede encontrar toda clase de contenedores (canecas para oficina, restaurantes, etc.). Conozca más acerca de nuestros productos ingresando
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